Me encontraba celebrando mi cumpleaños en Lanzarote, cargándome de energía volcánica para iniciar un nuevo año, lo que no sabía es que en una semana retrocedería a la niñez.
Un día antes de volar hacia la tierra de fuego, compramos los vuelos para escaparnos a Colonia e iniciar desde allí un viaje por un Valle de Alemania del que no sabia gran cosa, solo había visto unas pocas fotos de un castillo en mi buscador de inspiración, Instagram.
Toda aventura compartida comienza con una conversación. Me encontraba atardeciendo en una terraza de Costa Teguise, disfrutando de un mojito, mientras hablaba por teléfono con mi madre en el día de mi cumpleaños, me estaba contando sus planes para Semana Santa, ninguno de ellos estaba aún bien atado, en ese momento Julián nos hizo una proposición, ¿por qué no se vienen tus padres con nosotros a Alemania? Ella prudente, rechazó la invitación, y la conversación continuó con las trastadas de mis sobrinos.
A las nueve de la mañana, hora peninsular, sonó mi teléfono, no entendía nada, la verborrea de una madre cuando acabas de abrir los ojos, no se puede asimilar, solo llegue a escuchar: Diana, ¿sigue en pie lo de Alemania? Y tras colgar, sin más despertar, sin café, a las ocho y diez de la mañana, hora canaria, me encontraba comprando otros dos vuelos más para Colonia.
Así se fraguó un viaje en familia.
Pero vamos a ponernos manos a la obra con la información práctica , en este artículo os cuento qué ver, cómo llegar y como emborracharse del Valle del Mosela.
Existen muchas conexiones aéreas desde diferentes ciudades españolas, donde
podemos encontrar precios muy asequibles. Los aeropuertos más cercanos al Valle
son:
-Aeropuerto Fráncfort Hahn en las inmediaciones de Lautzenhausen, Renania-Palatinado, es el aeropuerto más cercano y Ryanair tiene conexión con diversas ciudades españolas. Se encuentra a 40 km / 40 min del pueblo de Cochem.
-Aeropuerto de Colonia/Bonn. Se encuentra a 120 Km / 1 hora 25 min de Cochem.
-Aeropuerto de Frankfurt. Se encuentra a 158 km / 1 hora y media de Cochem.
-Aeropuerto de Luxemburgo. Se encuentra a 132 km / 1 hora 20 min de Cochem.
Lo primero es lo primero, hay que ponerse a buscar vuelos, siempre la mejor combinación y la más barata. ¿Donde encontrarla?
Para escapadas siempre barajamos tres aeropuertos, los más cercanos a nuestra casa, los de Sevilla, Málaga y Faro (Portugal). En este viaje la mejor combinación la tenía el Aeropuerto Internacional de Faro. Como consejo a la hora de buscar ofertas de vuelos no te centres sólo en tu ciudad de origen, márcate aeropuertos cercanos, así amplias las conexiones y ofertas para tu próximo destinoLas poblaciones que discurren alrededor del río Mosela son muchas, el valle
inicia en Coblenza y acaba en Tréveris. Todos los pueblos disponen de una gran
variedad de hoteles y Airbnb cualquiera de ellos es una buena opción para alojarse.
Dentro de mis preferencias se encuentran:
El coche es la mejor opción para recorrer el Valle. Siguiente paso en la planificación de nuestro viaje es el alquiler del coche.
Para ello, utilizamos la web rentalcars.com, donde encontraras las principales marcas de alquiler del mundo. En esta ocasión rentamos el coche con Avis.
El precio de la gasolina en Alemania lo encontramos a 1,33 Euros, sólo tuvimos que repostar una vez para devolver el coche con el depósito lleno.
Una extensa red de autovías (autobahnen) cruza toda Alemania, donde el límite de velocidad es de 130 km/ h. Las carreteras secundarias (landstraben) son más lentas y tranquilas y muy pintorescas como es el caso de la carretera del Valle.
Si quieres disfrutar del paisaje y de este paraje tan germano, nunca abandones tu compañera en este viaje, la carretera B49/B53, que circula paralela a nuestra vía azul, el Río Mosela, que une las poblaciones del valle desde Coblenza hasta Tréveris.
210 km de agradable viaje por la Alemania más rural.
Si por el contrario, en lugar de asfalto prefieres el contacto con la naturaleza y el deporte, podrás encontrar desde Palzern, cerca de la frontera con Luxemburgo, una ruta para bicicletas de 435 km de longitud que recorre todo el valle. A parte del carril bici que discurre a orillas del río, existen numerosas rutas de senderismo para los amantes del trekking.
Y aprovechando los recursos naturales, ¿que te parecería pasear en barco por este valle germano? Teniendo la posibilidad incluso de cruceros de varios días tanto por el Mosela como por el Rin.
El barco es otra alternativa, para recorrer el valle y ver los preciosos pueblos desde otra perspectiva, desde el río, en cada pueblo encontraras un pequeño embarcadero con una taquilla, el precio de los billetes depende del recorrido que hagas.
Tú eliges, porque no hay momento malo para visitar Alemania. Las estaciones más cálidas son obviamente las preferidas.
Puedes hacer coincidir tu estancia con las fiestas de la vendimia, desde finales de agosto hasta septiembre se celebran los festivales en el Mosela, fiesta callejera donde el protagonista es el vino.
-Festival de la tierra y el vino en Cochem del 26 al 30 de agosto.
-Festival vinícola del Mosela medio en Bernkastel-Kues del 02 al 06 de septiembre.
Otra de las épocas más bonitas para ir es Navidad, donde podrás disfrutar de un valle nevado y de mercadillos y calendarios de adviento, como los de Bernkastel-Kues.
Nosotros aprovechamos nuestra Semana Santa para disfrutar de su Pascua, El Karfreitag (Viernes Santo) y el Ostermontag (Lunes de Pascua) son días festivos .
Alemania vive la Pascua de una forma muy especial, donde existe una arraigada tradición por la liebre y los huevos de Pascua, encontraras huevos pintados por todos lados, durante estos días forman parte de la decoración de casas, calles e incluso árboles, siendo típico regalar huevos de colores y chocolates.
¿Dónde comprar?
Penny Market , es una cadena de supermercados de descuento con sede en Alemania y se extiende por todo el territorio germano. Si eres un viajero ahorrador , y te alojas en apartamentos donde preparar tu propia comida, o eres como yo , y te gustan los souvenirs comestibles como el chocolate alemán o sus deliciosas salchichas , este es tu supermercado de confianza en Alemania, donde encontrarás buenos preciosHorarios:
Bancos
de 8 a
16 h, todos cierran los sábados y domingos.
Museos y castillos
por lo general, de 9 a 18 h .
Correos de 9 a
18 h los días laborables y hasta medio día los sábados.
Comercios los días laborables y sábados, de 9 a 18 h, los domingos cierran.
En el Valle del Mosela todo cierra a las 18 h menos el supermercado
Pennis que tiene horario de 9 a
22 h.
Disco horario o Tarjeta de aparcamiento:
En Alemania, cuando alquilas un coche , te facilitan un disco horario
,
que es un tipo de computador deslizante que se utiliza como
base de un sistema para permitir el aparcamiento libre de pago, durante un
tiempo limitado (normalmente entre una y dos horas), mediante un disco
deslizante o disco reloj que muestra la hora en que se ha aparcado el vehículo.
¿Como funciona? pues bien cuando aparcas en una zona libre de pago, verás una
placa con el tiempo gratuito de aparcamiento, en el disco pondrás la hora en
que aparcas tu vehículo y voila.
El Valle del Mosela es una región que engloba el noroeste de Francia, suroeste de Alemania y este de Luxemburgo, bañada por el río Mosela, que discurre además por un cuarto país, Bélgica.
Tierra de vinos, con la peculiaridad de laderas de viñedos empinados, que rodean su río junto a pintorescas casas y castillos vigilantes, que obsequian al Valle con un escenario de narrativa épica, donde los soñadores e imaginarios podemos narrar hazañas de nuestros héroes inventados.
Llegar por primera vez a un país, alquilar un coche y pasear sobre ruedas en el desconocimiento, es una de las mejores experiencias de viajar por países de economías avanzadas, como por ejemplo la potente Alemania.
Nuestra ruta iniciaba en el Aeropuerto de Colonia-Bonn. A las 12 de la mañana estábamos montados en nuestro Peugeut 2008 con techo solar (atractivo añadido a nuestro road trip), saliendo del parking y rodando por la autovía de sueños que nos llevaría hasta nuestro peculiar cuento de castillos, princesas alcohólicas y caballeros de armaduras oxidadas.
Una hora y cuarto duró nuestra climatización al nuevo país, tiempo que tardamos en llegar a Cochem, nuestro campamento base.
Nuestra casa por tres noches Ferienhaus Am Reilsbach, apartamento con espectaculares despertares nublados al castillo, su dueña una encantadora alemana, que chapurreaba español.
Pueblo de casas con entramados de madera custodiadas por Reichsburg.
El guardián de Cochem, de estilo gótico, se encuentra erguido en su colina atento a los movimientos fluviales y a las constantes crecidas del río.
Un paseo ascendente, pero no asfixiante, por las calles de Cochem te llevaran a él. Una vez lo alcances, descubrirás que se encuentra ubicado en un lugar privilegiado, las vistas a 100 metros del Mosela acompañadas de los tejados de pizarra son la perfecta cohesión de la creación humana y del curso natural de un río.
Lo que no sabe Reichsburg es que es un observador observado, difícilmente existe un punto en la romántica Cochem desde donde no se divise su castillo. Las mejores vistas de Reichsburg las encontrarás en la ribera opuesta a él, un lugar idóneo para un picnic o un agradable paseo al atardecer.
Para adentrarte en el corazón de la coqueta Cochem debes cruzar alguna de las puertas, aún en pie de su antigua muralla. Atravesarás a una época pasada, todo lo que imaginaste sobre la edad media se hará presente en este paseo por el ayer más medievo.
Su céntrica y colorida Marktplatz o plaza del mercado, es el punto neurálgico en el que confluye la vida de la turística y agrícola Cochem. Destaca su frontal de casas de colores pasteles con sus ya destacados entramados, cuyos balcones y ventanas están equipados de un cortinaje tan barroco que asombran a cualquier ikeadicto.
Bares y restaurantes giran alrededor de la fuente de San Martín a caballo.
Otro imprescindible en este paseo por las calles de Cochem, es entrar en uno de sus Bistro, bares que podrás encontrar en otras partes de Europa como en Francia, similares a nuestras tascas españolas, en este lugar del Valle los bistro son pequeñas bodegas, la mayoría enclavadas en sótanos, donde podrás degustar los famosos vinos de la región. Aquí surgieron nuestros cuentos de princesas borrachas.
Acompañando a la B49 sentido Coblenza, llegarás a un pueblo encantador llamado Moselkern, allí encontrarás las indicaciones necesarias para descubrir la joya del Valle, bien por carretera o por senderos que atraviesan el bosque.
Hace mil años la familia Eltz erigió una morada en el bosque, sobre un peñón rodeado por el río Elz. Familia de elevada posición en la Edad Media que controlaba el tráfico comercial entre la fértil meseta Maifeld y el río Mosela, hoy en día pertenece al Conde Karl y está abierto al público.
Este castillo juega al escondite entre tanta arboleda, es emocionante descubrirlo, y no deja indiferente a nadie. La niebla de primera hora lo encubre para concederle el misterio de un bosque encantado y como de un cuento de hadas se tratara emerge de la nada para deslumbrarte.
Otro de los atractivos del valle es su famoso puente colgante sobre el cañón Geierlay.
Para encontrarlo dirígete hacia el pequeño pueblo de Morsdörf, región ventosa de modernos molinos, el pueblo ha sido provisto de números parkings, este será el único precio que tendrás que pagar para balancearte sobre las alturas.
Un sendero de 1,8 Km. te precipitará al vacío, te esperan 90 metros sobre el cielo durante un paseo de otros 360 metros sobre tablas de madera sujetas a cables de acero. Paseo no apto para acrofóbicos, solo los valientes cruzarán y volverán suspendidos en la nada sobre el bosque, otros iniciaran el camino y retornarán cuando sientan el balanceo y otros muchos sencillamente no se atreverán. Las vistas que se aprecian durante todo el trayecto son sublimes, solo si tu miedo y tu vértigo dejan que las disfrutes.
Seré honesta, nosotros caminamos metro a metro con valentía pero con pies de plomo y ojos entreabiertos. Fuimos la unión del valor y el pavor, colgados desde las alturas.
El Valle no pude ignorar el esplendor de Bernkastel-Kues, un pueblo, como muchos otros en este Valle, que se divide en dos, su orilla Bernkastel y su otra orilla Kues.
Será Bernkastel la que destaque por ese brillo medievo, adentrarse en su casco antiguo es cruzar nuevamente la puerta al pasado.
La corona de Bernkastel es su Marktplazt, contemplar en ella la escena de ambiente es un placer, sus ya famosas casas entramadas la hacen la plaza más rica de todo el Valle, en el centro la fuente de San Miguel la preside.
Destaca su ayuntamiento, que en Navidad se convierte en el calendario de adviento más grande de toda la comarca, así como la plaza se transforma en un precioso mercadillo navideño.
Callejear, sin saber a donde mirar, mirando las fachadas de las casas, mirando cada entramado, cada detalle pintado en ellas. Desembocando en plazas aún mas admirables que las calles. Admirarlas sentado en una terraza. Dedicando tiempo a solo contemplar.
Este es el plan de Bernkastel, su plan es dejarnos con la boca abierta e imaginarnos ser caballeros de otras épocas.
Famoso por el Meandro de Bremm, en este punto el Mosela hace un giro de 360º. Si famoso es este giro, más célebre son sus vinos. Bremm presume de tener los viñedos más inclinados de Europa, principio de su peculiaridad, con una pendiente de más de 260 metros de altura. La inclinación de sus laderas, hasta 60º, hace que sus vinos sean muy especiales.
Introduce “Gipfelkreuz” en tu Google Maps, y él te llevará hasta este mirador, encontrarás un aparcamiento gratuito y un sendero de pocos metros que te encaminará hasta las más altas y bellas vistas del Meandro.
Una casita de madera cuya actividad le concede la licencia de bar, un banco y un Calmont son los instrumentos necesarios para disfrutar de las mejores vistas del Meandro de Bremm.
En este bar de madera sólo se sirven copas de vino Calmont, vino semiseco, del que dicen los expertos, es el mejor vino de la comarca, y para mí, no experta en la mundología de los vinos pero sí catadora habitual, me gustó el Calmont.
Los vuelos en parapente son frecuentes desde este punto, y es que tiene que ser imborrable sobrevolar este meandro en otoño.
Después de la degustación del Calmont, y ver parapentes de colores planear sobre el meandro, existe un camino que baja a un segundo mirador, donde las vistas son aún mejores, un lugar privilegiado para un objetivo gran angular.
Este pequeño pueblo vive entregado a su vino, el Zeller Schwarzekatz más conocido como el Gato Negro de Zeller, motivo por el cual verás un felino negro en las puertas de muchas tabernas. Las bodegas de Zell organizan visitas y catas.
Los ribereños de Zell poseen un lugar privilegiado para el descanso eterno, su cementerio ubicado en una ladera atesora las mejores vistas de este tramo del Mosela.
En el Kiosco Imbiss Dosel-Pavillon, a orillas del cauce, probarás las mejores Currywurst de todo el Valle.
En el corazón del Mosela alemán se encuentra esta villa, no tan espectacular como sus vecinas, pero que su puente merece un alto en tu ruta por la B53.
Este llamativo puente une sus dos orillas. En la serena orilla de Trarbach se encuentra la puerta a esta pasarela, la famosa e histórica Puerta de Trarbach, de estilo Art Nouveau.
Al cruzar el puente llegamos a la orilla Traben, dominada por esplendidas y lujosas casa de los ricos del vino, hoteles pintorescos y cafeterías entrañables.
Esta pequeña localidad muy cercana a Cochem,bien merece una parada. Para acceder a ella deberás ir por la L98, siendo esta vía la que pasa por su orilla, si por el contrario vas circulando por la B49, y no deseas retroceder para cruzar por el último puente que pasaste hacía 4 kilómetros, justo en esa orilla opuesta a Beilstein encontraras un ferry que cruza cada hora y media, tiempo más que suficiente para recorrer la pequeñita Beilstein.
Si Cochem era romántica y coqueta, Beilstein sigue sus pasos, te enamoras de ella desde la ribera opuesta, tan recogidita y pequeñita, con sus casas de color pastel reflejadas en el Mosela. Pero cuando te adentras en sus prácticamente cuatro calles, te das cuenta que no hace falta mucho más para que te seduzca.
Beilstein, como la gran mayoría de pueblos que discurren a lo largo del Mosela, también fue custodiada por su castillo, hoy en ruinas.
Estos fueron los puntos de interés que visitamos durante
nuestra ruta de tres días por el Valle del Mosela , una ruta en coche alrededor
de un río que te guiará a lugares de cuento .
Si mi viaje te ha inspirado a soñar, puedes dejarme un
comentario aquí abajo.