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VISITA A LAS CUBIERTAS DE LA CATEDRAL DE SEVILLA

  • Por Diana Merchan
  • 12 ene, 2019

Viajas de regreso a casa, tu día ha sido duro, apoyas la cabeza en la ventanilla del autobús que te devuelve a la ducha, al pijama y a la comodidad de tu sofá. Miras a través del cristal y ves como dos chicas, holandesas o eso te parecen a ti, con mapa en mano y cámara al cuello pasean por una de tus calles preferidas de la ciudad, parece como si estuvieran buscando el mercado de la calle Feria. Como las envidias, te encantaría estar en su piel, explorando entre los adoquines del barrio de la Macarena y dando caza al mercado más antiguo y con más solera de toda la ciudad. Y este, es justo el momento en el que cruzas la frontera del ciudadano a pie al turista en tu propia ciudad.

 

Nos pasamos los días corriendo, acelerando, renunciando la belleza de nuestras ciudades, pasando sin fijarnos en ella. Se nos llena la boca de orgullo cuando te preguntan de donde eres y tú respondes, un alto y claro “de Sevilla, mi arma”, bien vocalizado y marcando acento para que se note bien que eres andaluz.

 

¿Recuerdas la última vez que fuiste turista en tu ciudad? Quizás fuera en aquella excursión cuando aún cursabas la EGB, o el día en que te visitó tu prima de Barcelona (todos tenemos una prima en la capital condal, por aquello del fenómeno migratorio de los años 70).


Seguro que viste atardecer en lugares maravillosos del mundo y no viste uno sólo admirando el skyline de tu ciudad, has paseado por Chinatow de Nueva York y de Londres y no conoces ninguno de los guetos de tu ciudad, lo mismo te ocurre con los bares y restaurantes, bueno no con esto no te ocurre.

 

Yo me he propuesto ser turista en mi ciudad, por eso os traigo este artículo, y muchos otros que vendrán para enseñar escondrijos de Sevilla, para los sevillanos y para los viajeros que pronto nos visitaran.

La azotea más bonita : la tuya 

Azotea, según la RAE, es la parte superior plana y descubierta de una casa u edificio, dispuesta para poder andar por ella.

 

Eso será para ellos, para nosotros los sevillanos, la azotea es nuestra playa, es donde tomamos el sol en primavera, donde reinan  las Toi, donde oscilan las banderas de ropa blanca en tendederos de madera y donde en verano brillan las estrellas.

 

Si quieres pisar las baldosas de barro cocido más  históricas de la ciudad deberás visitar las Cubiertas de la Catedral de Santa Maria de la Sede, más conocida como la Catedral de Sevilla.

La visita es guiada, inicia en la puerta de San Miguel, una de las tres puertas que dan a la avenida de la Constitución. Nuestro guía nos pondrá en situación y de su mano entraremos a una zona de la Catedral a la que pocos tienen acceso, recorreremos a través de pasadizos parte de las ciento treinta y ocho vidrieras que se preservan en el templo, conoceremos la historia de personajes que contribuyeron a su construcción como la de los canteros y sus marcas en las piedras.

 

Sin duda será un viaje a los siglos XV y XVI descubriendo el templo gótico más grande del mundo. Pero lo que te dejará muy loco, loquísimo, es su azotea.

 

Las panorámicas que ofrece esta azotea son del entorno urbano casi en su totalidad. Te enamorarás del resto de azoteas que divisarás desde las alturas de la Catedral, jugarás a buscar tu casa u hotel, verás todos los puentes que cruzan a Triana y al Aljarafe, debatirás sobre si o no a la torre Pelli y te deleitarás con las vistas del Alcázar.


desde aquí se ve la puerta roja del Alcázar

Pero donde más disfrutarás será viéndola de cerca, tan cerquita que podrás casi tocarla. La Giralda es el símbolo de la ciudad, subir sus 35 rampas para contemplar las vistas que ofrece es un imprescindible, pero lo que todo el mundo desea es observarla desde distintos ángulos de la ciudad. Y sin duda alguna, las Cubiertas de la Catedral es el mejor ángulo.

Si te he convencido de que esta es la mejor azotea de Sevilla, aquí abajo te indico como visitarla.

Te aconsejo  la reserva y compra online de tickets en la página del Cabildo de la Catedral de Sevilla, ya que las visitas son en grupos reducidos , el precio de la entrada es de 15 euros por persona más 1 euro por la gestión . Con el mismo ticket tienes derecho a la visita libre del templo y de la Giralda. Si ya te has decidido a visitarla puedes hacer tu reserva aquí.

También puedes adquirir tu entrada en la taquilla del monumento.

 

Si te parece interesante el artículo o deseas más información, puedes dejarme un comentario .

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